Arquitectura

La Iglesia de San Miguel de Foces estaba casi concluida en 1259. Se trata, en perfecto acuerdo con esta cronología, de una obra de transición entre el románico y el gótico. Al románico tardío corresponde, por ejemplo, la hermosa portada, con cuatro arquivoltas de medio punto. Dicha portada presenta importantes paralelismos con la de otro importante monumento oscense, la ermita de Santa María de Salas. La iglesia, de una sola nave, tiene planta de cruz latina. La parte más plenamente gótica corresponde a la cabecera, que presenta tres ábsides poligonales cubiertos con bóvedas de crucería. Los capiteles ostentan una hermosa y abundante, decoración escultórica.