Despedimos el 2019. Un año triste para Ibieca, difícil.
El 23 de agosto, Alfredo nos dejón, no sin antes darnos grandes lecciones de vida.
Hemos aprendido a ser fuertes en los momentos complicados.
A valorar lo bueno muy por encima de lo malo.
A disfrutar de los momentos y de las personas que tenemos a nuestro lado.
Nos enseñaste a sonreír cuando queríamos llorar, a celebrar la vida.
Por eso, no solo en estas fechas, sino siempre, llenemos nuestros días de vida y no la vida de días.
Deseamos que en el 2020 seáis felices y que busquéis el lado bueno de los acontecimientos que, en este nuevo año, vais a vivir.